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Ana Frank

Vida, obra y "pensamientos literarios".

Fue una niña judía alemana, mundialmente conocida gracias al Diario de Ana Frank, la edición en forma de libro de su diario íntimo, donde dejó constancia de los casi dos años y medio que pasó ocultándose, con su familia y cuatro personas más, de los nazis en Ámsterdam (Países Bajos) durante la Segunda Guerra Mundial. Su familia fue capturada y llevada a distintos campos de concentración alemanes.
El único sobreviviente de los ocho escondidos fue Otto Frank, su padre. Ana fue enviada al campo de concentración nazi de Auschwitz el 2 de septiembre de 1944 y, más tarde, al campo de concentración de Bergen-Belsen, donde murió de tifus en marzo de 1945, pocos días antes de que éste fuera liberado. En 1947, apenas dos años después de terminada la guerra, Otto publicó el diario bajo el título La casa de atrás (en neerlandés, Het Achterhuis).
Biografía.
Annelies Marie Frank nació en Fráncfort del Meno (Hesse, Alemania), y fue la segunda hija de Otto Heinrich Frank (12 de mayo de 1889-19 de agosto de 1980) y su mujer, Edith Hollander (16 de enero de 1900-6 de enero de 1945), una familia de judíos alemanes, cuyo padre, Otto, había participado como Teniente del Ejército Alemán en la Primera Guerra Mundial. Tenía una hermana mayor, Margot (16 de febrero de 1926-9 de marzo de 1945). Junto con su familia, tuvo que mudarse a la ciudad de Ámsterdam, huyendo de los nazis. Allí sus padres le regalaron un diario al cumplir los trece años. Muy poco después, su familia tuvo que ocultarse en un escondrijo, la Achterhuis o "Anexo de Atrás", como lo llamó en su diario, situado en un viejo edificio en el Prinsengracht, un canal en el lado occidental de Ámsterdam, y cuya puerta estaba escondida tras una estantería. Allí vivieron durante la ocupación alemana, desde el 9 de julio de 1942 hasta el 4 de agosto de 1944.
En el escondite había ocho personas: sus padres, Otto y Edith Frank; ella y su hermana mayor Margot; Fritz Pfeffer, un dentista judío (al que Ana dio el nombre de Albert Dussel en su Diario), y la familia van Pels (identificada como van Daan en el Diario), formada por Hermann y Auguste van Pels y el hijo de ambos, Peter. Durante aquellos años, Ana escribió su Diario, en el que describía su miedo a vivir escondida durante años, sus nacientes sentimientos por Peter, los conflictos con sus padres, y su vocación de escritora. Pocos meses antes de ser descubiertos, empezó a reescribir su Diario con la idea de publicarlo tras la guerra.
Después de más de dos años, un informador neerlandés guio a la Gestapo a su escondite. Fueron arrestados por la Grüne Polizei el 4 de agosto de 1944 y un mes después, el 2 de septiembre, toda la familia fue trasladada en tren de Westerbork (campo de concentración en el noreste de Holanda) hacia el Campo de concentración de Auschwitz, viaje que les llevó tres días. Mientras tanto, Miep Gies y Bep Voskuijl, dos de las personas que los protegieron mientras estuvieron escondidos, encontraron y guardaron el Diario y otros papeles de Ana.
Ana, Margot y Edith Frank, la familia van Pels y Fritz Pfeffer no sobrevivieron a los campos de concentración nazis (aunque Auguste van Pels murió durante las marchas entre campos de concentración). Margot y Ana pasaron un mes en Auschwitz II-Birkenau y luego fueron enviadas a Bergen-Belsen, donde murieron de tifus en marzo de 1945, poco antes de la liberación. Sólo Otto logró salir del Holocausto con vida. Miep le dio el diario, que editaría con el fin de publicarlo con el título Diario de Ana Frank, que ha sido ya impreso en 70 idiomas.
El Memorial en honor a Ana y Margot Frank está ubicado en el lugar donde estaba la fosa común correspondiente a la barraca donde murieron en el campo de concentración de Bergen-Belsen.
El diario de Ana Frank.
Publiación del diario.
Otto Frank sobrevivió y regresó a Ámsterdam. Fue informado del fallecimiento de su esposa y del traslado de sus hijas a Bergen-Belsen, quedando con la esperanza de que lograran sobrevivir. En julio de 1945, la Cruz Roja confirmó las muertes de Ana y Margot, y fue sólo entonces cuando Miep Gies le dio el Diario. Tras leerlo, Otto comentó no haberse dado cuenta de cómo Ana había mantenido un registro tan exacto y bien escrito de su estadía juntos. Tratando de cumplir póstumamente el deseo de Ana expresado en el Diario de convertirse en escritora, decidió intentar publicarlo. Al preguntársela muchos años después sobre su primera reacción, respondió sencillamente: "Nunca supe que mi pequeña Ana era tan profunda".
El Diario de Ana se inicia como una expresión privada de sus pensamientos íntimos, expresando la intención de nunca permitir que otros lo leyeran. Describe cándidamente su vida, su familia y compañeros y su situación, mientras empieza a reconocer su ambición de escribir novelas y publicarlas. En el verano de 1944, escuchó una transmisión de radio de Gerrit Bolkestein —miembro del gobierno holandés en el exilio— que decía que al terminar la guerra crearía un registro público de la opresión sufrida por la población de su país bajo la ocupación alemana. Mencionó la publicación de cartas y diarios, de manera que Ana decidió que contribuiría con su Diario. Comenzó a corregir su escritura, a eliminar secciones y a reescribir otras, en vistas a una posible publicación. A su cuaderno original, anexó varios cuadernos adicionales y hojas sueltas. Creó pseudónimos para los miembros del grupo y sus benefactores. La familia van Pels se convirtió en Hermann, Petronella y Peter van Daan; Fritz Pfeffer pasó a llamarse Albert Dussel. Otto Frank utilizó la versión original del Diario, conocida como «versión A», y la versión corregida, conocida como «versión B», para producir la primera versión para ser publicada. Retiró algunos pasajes, sobre todo aquellos en los que se refería a su esposa en términos poco halagadores, así como secciones en las que hablaba de detalles íntimos respecto a su floreciente sexualidad. Restauró las verdaderas identidades de su familia, pero retuvo los pseudónimos de las otras personas.
Frank llevó el diario a la historiadora Anne Romein, quien intentó publicarlo, sin éxito. Luego se lo pasó a su esposo Jan Romein, quien escribió un artículo sobre el libro con el título de «Kinderstem» («La voz de una niña») en el periódico Het Parool el 3 de abril de 1946. Escribió que el diario «pausadamente expresado en la voz de una niña, muestra todos los odios del fascismo, mejor que todas las evidencias de los juicios de Núremberg juntas». Su artículo atrajo la atención de los editores y el Diariofue publicado en Holanda en 1947 por el editor Contact, de Ámsterdam, bajo el título Het Achterhuis (La casa de atrás). Fue reimpreso en 1950. En abril de 1955 apareció la primera traducción del diario en español bajo el título Las habitaciones de atrás (traducción de Mª Isabel Iglesias, editorial Garbo, Barcelona).
Albert Hackett escribió una pieza de teatro basada en el Diario, estrenada en Nueva York en 1955, que recibió el Premio Pulitzer de Teatro. La pieza fue llevada al cine en 1959 con el título El diario de Ana Frank. Fue protagonizada por la actriz Millie Perkins, y Shelley Winters, que caracterizó a la señora Van Pels, consiguió el Óscar a Mejor Actriz Secundaria, que entregó a la Casa de Ana Frank. La película obtuvo una buena acogida y se hizo acreedora de otros dos Óscar. Sin embargo, no se convirtió en un gran éxito de taquilla, aunque despertó tal atención que aumentó el interés mundial por el libro. El Diario fue creciendo en popularidad con el pasar de los años, y hoy es lectura obligatoria en bachillerato de varios países y en varios estados de los Estados Unidos. En febrero de 2008 se estrenó en Madrid el musical El Diario de Ana Frank - Un Canto a la Vida. Es la primera vez que la Fundación Ana Frank cede los derechos a una empresa para representar un musical sobre Ana Frank y su obra en todo el mundo.
En 1986, se publicó una edición crítica del Diario. Esta edición compara secciones originales con secciones modificadas por el padre, e incluye una discusión relativa a su autenticidad así como datos históricos sobre su familia.
En 1988, Cornelis Suijk —antiguo director de la Fundación Ana Frank y presidente de la Fundación para la educación sobre el Holocausto de los Estados Unidos— anunció que había obtenido cinco páginas que habían sido eliminadas por Otto Frank delDiario antes de su publicación. Suijk afirma que Otto Frank le entregó esas páginas poco antes de su muerte en 1980. Las páginas eliminadas contienen comentarios muy críticos de Ana Frank hacia la relación matrimonial de sus padres y hacia su madre. La decisión de Suijk de reclamar derechos de autor sobre las cinco páginas para con ello financiar su fundación en los Estados Unidos causó controversia. El Instituto Holandés de Documentación de Guerra, actual propietario del manuscrito, solicitó que le fueran entregadas las páginas faltantes. En 2000 el Ministerio Holandés de Educación, Cultura y Ciencia accedió a donar 300 000 dólares a la fundación de Suijk y las páginas fueron entregadas en 2001. Desde entonces, han sido incluidas en las nuevas ediciones del Diario.
En 2004, se publicó un nuevo libro en Holanda, titulado Mooie zinnen-boek (Libro de las bellas citas), que contenía fragmentos de libros y poemas cortos que Ana recopiló, por consejo de su padre, durante su permanencia en la achterhuis.
Legado.
El 3 de mayo de 1957 un grupo de ciudadanos, incluido Otto Frank, establecieron la Fundación Ana Frank en un esfuerzo por salvar el edificio de la achterhuis en Prinsengracht de la demolición, y para hacerlo accesible al público. Otto Frank insistió en que el propósito de la fundación sería el de fomentar el contacto y la comunicación entre jóvenes de diferentes culturas, religiones y razas, y oponerse a la intolerancia y a la discriminación racial.
La Casa de Ana Frank abrió sus puertas el 3 de mayo de 1960. Consiste en el almacén Opekta, las oficinas y la achterhuis, sin amueblar, para que los visitantes pudiesen caminar libremente por todas las habitaciones. Se conservan algunas reliquias personales de sus antiguos inquilinos, por ejemplo las fotografías de estrellas de cine pegadas en la pared por Ana, una porción del papel pintado sobre el que Otto Frank marcaba la altura de sus hijas mientras crecían y un mapa en la pared sobre el que registró el avance de las fuerzas aliadas, todo ello protegido ahora por láminas de plexiglás. Desde la pequeña habitación que fuera una vez hogar de Peter van Pels, un pasillo conecta el edificio con sus construcciones vecinas, también adquiridas por la Fundación. Estos otros edificios guardan el Diario, así como exposiciones no permanentes que describen diversos aspectos del Holocausto y muestras más contemporáneas de la intolerancia racial en diversos lugares del mundo. Se ha convertido en una de las principales atracciones turísticas de Holanda, y cada año la visitan más de medio millón de personas.
En 1963 Otto Frank y su segunda mujer, Fritzi (Elfriede Markowitz-Geiringer), establecieron el Anne Frank Fonds como una organización de beneficencia, con base en Basilea, Suiza. El Fonds recauda dinero para donarlo a las causas que lo necesitan. Tras su muerte, Otto legó los derechos sobre el Diario a esta institución, con la cláusula de que los primeros 80 000 francos suizos producidos como beneficio cada año se distribuyeran entre sus herederos, y que cualquier ingreso por encima de esa cantidad se destinase al Fonds para su uso en los proyectos que sus administradores considerasen digno de ello. Proporciona, con carácter anual, financiación para el tratamiento médico de los Justos entre las naciones. Se ha esforzado por educar a los jóvenes contra el racismo y ha prestado algunos de los manuscritos de Ana Frank al Museo Conmemorativo del Holocausto de los Estados Unidos en Washington, D.C. para una exposición en 2003. Su informe anual para ese mismo año dio cierta cuenta de su esfuerzo para realizar contribuciones a nivel global, con su apoyo a proyectos en Alemania, Israel, India, Suiza, el Reino Unido y los Estados Unidos.
Actualmente la Casa de Ana Frank cuenta con cinco organizaciones asociadas: en el Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, Austria y Argentina que además de funcionar como facilitadores de las actividades educativas de la Casa de Ana Frank (como la exposición itinerante «Ana Frank una historia vigente») llevan adelante actividades educativas propias.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ana_Frank
Pensamientos Literarios.

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