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José Hernández

Vida, obra y "pensamientos literarios".

Fue un militar, periodista, poeta y político argentino, especialmente conocido como el autor del Martín Fierro, obra máxima de la literatura gauchesca. En su homenaje, el 10 de noviembre —aniversario de su nacimiento— se festeja en la Argentina el Día de la Tradición
Se inició en la literatura con algunas composiciones poéticas cultas, sin mayor fortuna. Pero fue en la poesía gauchesca donde encontraría su inspiración, con títulos como Rasgos biográficos del general Ángel Peñaloza del año 1863, en donde narra la vida y asesinato de este famoso caudillo, que fue llamado Vida del Chacho a partir de su segunda edición. En esta obra critica a Sarmiento, con quien tiene posiciones enfrentadas: el gobernador sanjuanino había sido nombrado director de guerra al producirse la segunda sublevación de Peñaloza contra el gobierno nacional, con instrucciones de reducirlo a un hecho policial. El conflicto terminó con el asesinato de Peñaloza, desarmado, a manos de sus perseguidores; acto seguido fue decapitado para exhibir su cabeza clavada sobre una lanza. El hecho, según Hernández, tuvo como responsable político a Sarmiento. La Instrucción del Estanciero fue un ambicioso proyecto de Hernández, editado por Casavalle en 1881, mientras era senador provincial. Trata sobre las posibilidades económicas del campo argentino, con consejos para el hombre de estancia. Acerca de esa publicación, su hermano Rafael afirmó:
"La autori­dad incontestable que tenía en asuntos campestres fue causa que el gobierno del doctor Rocha le confiara la misión de estu­diar las razas preferibles y los métodos pecuarios de Europa y Australia, para lo cual debía dar la vuelta al mun­do, siendo costeados por la provincia todos los gastos de viaje y estudios y rentado con sueldo de 17 mil pesos moneda corriente mensuales durante un año, sin más obligación que presen­tar al regreso un informe que el gobierno se comprometía a publicar. Tan halagadora se suponía esta misión, que el decreto fue promulgado sin consultar al favorecido, quien al conocerlo por los diarios se presentó en el acto al despacho del gobierno rehusando tal honor. Como el gobernador insistiera en que se necesitaba un libro que enseñase a formar las nue­vas estancias y fomentar las existen­tes, le contestó (José Hernández) que para eso era inútil el gasto enorme de tal comisión; que las formas y prácticas europeas no eran aplicables TODA­VIA a nuestro país, por las distintas condiciones naturales e industriales; que la selección de razas no puede fi­jarse con exclusiones por depender del clima y la localidad donde se crían y las variaciones del mercado, que, en fin, en pocos días, sin salir de su casa, ni gravar el erario, escribiría el libro que se necesitaba. Con tal efec­to escribió «Instrucción del estancie­ro», que editó Casavalle y cuyos datos, informaciones y métodos bastan para formar un perfecto mayordomo o direc­tor de estancias y enseñarle al propie­tario a controlar sus administradores."
Los consejos que se brindan en ese libro son útiles aún en la actualidad —con las evidentes salvedades tecnológicas— a los estancieros actuales como guía, ya que brinda conocimientos en detalle de las actividades diarias. A pesar de esto, fue por mucho tiempo el menos conocido de los libros de Hernández. El viaje propuesto por Rocha le fue ofrecido también a su hermano Rafael, que también rechazó el ofrecimiento, por respeto a su hermano. Otras obras importantes fueron el relato gauchesco Los treinta y tres orientales, y varios escritos dispersos, que serían recopilados póstumamente en Prosas del autor del Martín Fierro (1834-1886).

El Martín Fierro

Estando proscripto por Sarmiento y escondido en el Gran Hotel Argentino —prácticamente frente a la Casa de Gobierno, en Buenos Aires— Hernández comenzó a escribir algunos poemas de amor. Sin interrumpir su trabajo, escribió a continuación —en papel de estraza de una libreta de pulpería— los siete cantos y medio que aún perduran de la primer edición de El Gaucho Martín Fierro. El 28 de noviembre de 1872, el diario La República inició la publicación por entregas del poema de Hernández, que se completó al poco tiempo. En diciembre de ese año, el Martín Fierro apareció en formato de libro, editado por la imprenta La Pampa, precedida por una importante carta del autor a su amigo y editor José Zoilo Miguens.
"El poema recoge algunas fuentes folclóricas (diálogos entre gauchos, ciertas combinaciones estróficas), fuentes gauchescas autóctonas (semejanzas con algunos otros poemas gauchescos, en versos o pasajes), y fuentes románticas (antecedentes de Echeverría y su Cautiva, color local, rebeldía, exaltación del bandido, algunos rasgos estilísticos, reminiscencias de personajes de la literatura española...)"
Loprete (1978), pag. 422
La obra comenzó inmediatamente a venderse en las zonas rurales. Era leída en grupo, en fogones o pulperías, y su gran éxito se debió a que pintaba con veracidad las vicisitudes del gaucho y los paisanos se reconocían en la desgracia del protagonista. En 1879, cuando el libro ya había sido reeditada gran cantidad de veces, se publicó la continuación de la obra, llamada La vuelta de Martín Fierro, en una edición ilustrada por Carlos Clérice. Ambas partes conforman el Martín Fierro, extenso poema nativo, que es calificado de obra maestra en su género, ya que logra la interpretación sociológica de una época y de una sociedad, aúna lo lírico, lo descriptivo, lo satírico y lo épico, alcanzando los caracteres de una epopeyaEl gran mérito de José Hernández fue el de llevar a la literatura la vida de un gaucho contándola en primera persona, con sus propias palabras e imbuido de su espíritu. En el gaucho, Hernández descubrió la encarnación del coraje y la integridad inherentes a una vida independiente. Esta figura era, según él, el verdadero representante del carácter argentino. Lo que el autor no había conseguido con su actividad política lo obtuvo por medio de la literatura. A través de la poesía consiguió un gran eco para sus propuestas, y el Martín Fierro fue su más valiosa contribución a la causa de los gauchos.

Pensamientos Literarios.

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