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Walt Withman.

Vida, obra y "pensamientos literarios".

Fue un poetaenfermero voluntario, ensayistaperiodista y humanista estadounidense. Su trabajo se inscribe en la transición entre el trascendentalismo y el realismo filosófico, incorporando ambos movimientos a su obra. Whitman está entre los más influyentes escritores del canon estadounidense (del que ha sido considerado su centro) y ha sido llamado el padre del verso libre. Su trabajo fue muy controvertido en su tiempo, en particular por su libro Hojas de hierba, descrito como obsceno por su abierta sexualidad.

Importancia.
Considerado como el padre de la moderna poesía estadounidense, su influencia ha sido amplia también fuera de ese país. Entre los escritores que se han visto marcados por su obra figuran Rubén Darío, Wallace Stevens, León Felipe, D.H. Lawrence, T.S. EliotFernando Pessoa, Pablo de Rokha, Federico García Lorca, Hart Crane, Jorge Luis BorgesPablo Neruda, Ernesto Cardenal, Allen Ginsberg o John Ashber y, entre otros.
Nacido en Long Island, trabajó como periodista, profesor, empleado del gobierno y enfermero voluntario durante la Guerra Civil estadounidense. Al inicio de su carrera, también produjo una novela, Franklin Evans (1842). Su obra maestra, Hojas de hierba, fue publicada en 1855, costeada por él mismo. El libro fue una tentativa de tender los brazos hacia el ciudadano común con una épica americana. La obra fue revisada y ampliada durante el resto de su vida, siendo publicada la edición definitiva en 1892. Luego de un derrame al final de su vida, se trasladó a Camden, Nueva Jersey, donde su salud empeoró. Murió a los 72 años y su funeral se convirtió en un espectáculo público.
La sexualidad de Whitman ha sido tan discutida como su obra. Si bien comúnmente se le ha considerado como homosexual o bisexual, no está claro el que Whitman tuviese alguna relación sexual con otro hombre, por lo que los biógrafos continúan debatiendo.
El poeta se refirió a temas políticos durante toda su vida. Apoyó la cláusula Wilmot y se opuso a la extensión de la esclavitud, si bien fue muy crítico con el movimiento abolicionista. En 1865 escribió el famoso poema O Captain! My Captain! (¡Oh, Capitán! ¡Mi Capitán!) en homenaje a Abraham Lincoln después de su asesinato.
Escritura.
El trabajo de Whitman rompe los cánones de la forma poética y es generalmente cercano a la prosa. Utilizó imágenes y símbolos inusuales en poesía como hojas podridas, ramitas de paja y escombros. También escribía abiertamente sobre la muerte y la sexualidad, incluyendo la prostitución. Es frecuentemente etiquetado como el padre del verso libre, pese a que no lo inventara.

Teoría poética.

Whitman escribió en el prefacio de 1855 a Hojas de hierba“La prueba de un poeta es que su país lo absorba sentimentalmente de la misma forma que él absorbió a su país”. Creía que había una vital y simbiótica relación entre el poeta y la sociedad. Esta conexión está enfatizada especialmente en Canto a mí mismo gracias al uso de una poderosa primera persona narrativa. Como ejemplo del americano épico, se desvió del uso común de la figura del gran héroe y por el contrario asumió la identidad de la gente común. Hojas de hierba también responde al gran impacto que la reciente urbanización había tenido en las masas de los Estados Unidos.
Estilo de vida y creencias.

Alcohol.

Whitman fue portavoz del Movimiento por la Templanza y en su juventud raramente bebía alcohol. Una vez se jactó de no haber probado “licores fuertes” hasta que tuvo treinta años y ocasionalmente argumentó a favor de la prohibición. Uno de sus tempranos trabajos de ficción, la novela Franklin Evans —publicada por vez primera en noviembre de 1842—, aboga por la templanza. Whitman la escribió en la cúspide de la popularidad del movimiento washingtoniano a pesar de que el movimiento en sí mismo estaba plagado de contradicciones, como lo estaba también su personaje Franklin Evans. Años después declaró estar avergonzado del libro y lo llamó “maldita putrefacción.” Se despachó con él diciendo que lo escribió en tres días de soledad –por dinero- mientras estaba él mismo bajo la influencia del alcohol A pesar de eso, en otros ensayos también recomienda la Templanza, incluyendo The Madman y un cuento corto titulado Reuben’s Last Wish. Más tarde en su vida fue liberal con el alcohol, disfrutando de los vinos locales y del champán.

Religión.

Whitman estaba altamente influido por el deísmo. Negaba que alguna fe fuese más importante que otra y abrazaba todas las religiones por igual. En Canto a mí mismorealizó un catálogo de las grandes religiones e indicó que respetaba y aceptaba todas ellas, un sentimiento que más tarde enfatizaría en su poema With Antecedents, afirmando: “Adoptó cada teoría, cada mito, cada dios y semi dios. Veo que los viejos mitos, biblias y genealogías son ciertos, sin excepción”. En 1874, fue invitado a escribir un poema sobre el movimiento espiritualista, a lo que respondió “me parece que más o menos es todo una pobre, barata y llana patraña”. Whitman era un religioso escéptico: a pesar de que aceptaba a todas las iglesias, no creía en ninguna. Dios, para Whitman, era inmanente y trascendente. Para él el alma humana es inmortal y se encuentra en un estado de constante y progresivo desarrollo.

Sexualidad.

Whitman es generalmente considerado homosexual o bisexual. Estas opiniones generan controversia y están basadas en su poesía, que retrata el amor y la sexualidad en un sentido mundano e individualista común en la cultura americana previa a la medicalización de la sexualidad a fines del siglo diecinueve. A pesar de que Hojas de hierba fue frecuentemente catalogado como pornográfico y obsceno, sólo una crítica remarcaba la actividad sexual del autor: en un ensayo de 1855 Rufus Wilmot Griswold sugirió que Whitman era culpable de “ese horrendo pecado que no debe ser mencionado entre los cristianos”. Whitman tuvo intensas amistades con muchos chicos y hombres a lo largo de su vida. Algunos biógrafos han declarado que podría no haber llegado a tener relaciones sexuales con hombres, mientras que cartas, partes de sus diarios y otras fuentes son reclamadas como prueba de la naturaleza sexual de alguna de sus relaciones.
Según el biógrafo Reynolds, Peter Doyle sería el candidato más firme para el amor de la vida de Whitman. Doyle fue un conductor de ómnibus a quien conoció en 1866 y fueron inseparables durante largos años. Entrevistado en 1895, Doyle dijo: “Nos hicimos amigos inmediatamente, ponía mi mano sobre su rodilla, nos entendíamos. Al final del viaje no se apeó; de hecho hizo el camino de regreso conmigo”. En sus notas, Whitman disimulaba las iniciales de Doyle usando el código “16.4”.
Un testimonio directo de segunda mano viene de parte del ilustre Oscar Wilde. El escritor irlandés –famoso por su relación amorosa con un lord inglés, documentada en su carta titulada De Profundis- conoció a Whitman en Estados Unidos en 1882 y escribió al activista por los derechos homosexuales George Cecil Ives que no había dudas sobre la orientación sexual del gran poeta americano. “Todavía guardo el beso de Walt Whitman sobre mis labios” alardeó. Las únicas descripciones explícitas de la orientación sexual de Whitman son de segunda mano, por lo que sería aventurado hacer una declaración final de sus preferencias. En 1924 Edward Carpenter, en ese entonces ya anciano, describió a Gavin Arthur –quien a su vez lo documentó en su diario con precisión- un encuentro erótico que tuvo en su juventud con Whitman. Al final de su vida, cuando Whitman fue interrogado categóricamente sobre la posibilidad de que su serie de poemas intitulada Calamus fuera homosexual, sabiamente prefirió no responder.
Otro posible amante de Whitman fue Bill Ducket. Desde al menos el año 1880, Ducket y su abuela, Lydia Watson, subarrendaron su propiedad del 334 de Mickle Street. Dada la proximidad entre las casas, es obvio que Whitman conoció a Ducket como vecino. Su relación era cercana, y el joven usaba el dinero de Whitman cuando éste lo tenía. Whitman describió su amistad como “abultada”. A pesar de que algunos biógrafos describen a Ducket como inquilino, otros lo identifican como amante. Su fotografía juntos tiene los rasgos comunes de los retratos de marido y mujer y forma parte de una colección de fotografías del poeta junto a sus jóvenes amigos.
Tuvo otra relación con un joven llamado Harry Stafford, a quien conoció en 1876, cuando éste tenía dieciocho. Whitman se hospedó en la casa de su familia ubicada en Timber Creek y le entregó al joven Stafford un anillo, que más tarde sería devuelto luego de años de relación tormentosa. Stafford escribió a Whitman sobre ese anillo, diciendo:“Sabes que cuando me lo pusiste había sólo una cosa capaz de alejarme, y era la muerte.”
Hay también cierta evidencia de sus relaciones sexuales con mujeres. Fue amigo de una actriz neoyorquina llamada Ellen Grey en la primavera de 1862, pero no se sabe con precisión si fue también algo de carácter sexual. Cuando se mudó a Camden todavía conservaba una vieja foto de Grey y se refería a ella como “una antigua querida mía”. Durante el final de su vida Whitman solía contar historias de sus novias y queridas anteriores y negaba la afirmación del New York Herald según la cual “nunca había tenido una relación amorosa”. Como dejó escrito su biógrafo Jerome Loving, “la discusión sobre la sexualidad de Whitman continuará, no importa las pruebas que surjan al respecto”.

Autoría de Shakespeare.

Whitman se adhería a la opinión sobre la falsa autoría de las obras de Shakespeare, negándose a creer en la atribución tradicional de estos escritos al William Shakespeare de Stratford-upon-Avon. Whitman comenta en sus Ramas de noviembre (1888) sobre las obras históricas de Shakespeare:
Concibiendo el gran calor y el pulso del feudalismo europeo, personificado sin parangón en la aristocracia medieval, en su elevado espíritu de lo despiadado y en su gigantesca casta, con su aire peculiar y su arrogancia (no simplemente afectación), sólo alguno de los “condes lobunos” tan abundantes en las obras por derecho propio, o algunos nacidos por descendencia con conocimiento, parecen poder ser el verdadero autor de semejantes obras, obras en ciertos aspectos más grandes que ninguna otra registrada en la historia literaria.
Ramas de noviembre (1888). Walt Whitman

Esclavitud.

Whitman se oponía a la extensión de la esclavitud en los Estados Unidos y apoyó la cláusula Wilmot, que pretendía suprimir la esclavitud en los nuevos territorios conquistados. Al principio se opuso al abolicionismo, creyendo que el movimiento hacía más daño que bien. En 1846 escribió que los abolicionistas habían retrasado el avance de su causa por su “radicalismo y su estilo burocrático”. Su mayor preocupación era que estos métodos desviaban el proceso democrático, como fue la negativa de los Estados del Sur a poner sus intereses por sobre los de toda la nación. En 1856, en su no publicada The Eighteenth Presidency, apoyando a los hombres del Sur, escribió ”O abolen la esclavitud o ésta los abolirá a ustedes”. Sin embargo, apoyó la muy extendida opinión de que los afroamericanos no deberían votar.
Legado e influencia.
Whitman fue llamado el primer poeta de la democracia estadounidense, un título referido a su habilidad para escribir sobre el singular carácter de esta nación. Una amiga británica, Mary Smith Whitall Costelloe, escribió: “No se puede entender realmente a los Estados Unidos sin Walt Whitman, sin Hojas de hierba... Expresó fielmente la civilización actualizada, como él diría, y ningún estudioso de la historia de la filosofía podría obviarlo". El poeta modernista Ezra Pound dijo sobre Whitman -no sin cierto fervor- “Poesía de América... Él es América”. Andrew Carnegie lo catalogó como “el gran poeta de América hasta el momento”. Whitman se consideraba a sí mismo un “Mesías” de la poesía. Uno de sus admiradores, William Sloane Kennedy, especuló que “la gente celebrará el aniversario del nacimiento de Whitman como ahora festeja el nacimiento del Redentor, de Cristo”.
El crítico literario Harold Bloom –autor de El canon occidental, entre otras obras eruditas- escribió en la introducción a la edición del 150 aniversario de Hojas de Hierba“Si eres estadounidense, entonces Walter Whitman es tu padre y tu madre imaginarios, incluso si, como yo, nunca compusiste una línea en verso. Se puede nombrar un grupito de obras literarias como candidatos para las “Sagradas Escrituras” de los Estados Unidos. Podrían incluir Moby Dick de Herman Melville, Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain, y las dos series de ensayos de Emerson tituladas La conducta de la vida. Ninguno de ellos, ni siquiera los de Emerson, son tan centrales como la primera edición de Hojas de hierba".
El estilo de vida vagabundo de Whitman fue adoptado por el movimiento beat y sus líderes como Allen Ginsberg o Jack Kerouac y también por los poetas antibelicistas Adrienne Rich y Gary Snyder. Lawrence Ferlinghetti se contaba a sí mismo entre “los hijos rebeldes” de Whitman, y el título de su colección de 1961 Al partir de San Francisco es una deliberada referencia al famoso poema de Whitman Al partir de Paumanok.
Fue nombrado en el libro Ciudades de Papel junto con su libro Hojas de hierba. El gran escritor argentino Jorge Luis Borges admiraba mucho a Whitman y más de una vez aclaró que se vio ampliamente influido por su literatura, cuando no obsesionado. De su obra publicada conocemos dos ensayos pertenecientes a su libro Discusión. Los ensayos en cuestión son Nota sobre Walter Whitman y El otro Whitman. En el prólogo a su libro El oro de los tigres, Borges sin embargo matiza: “Para un verdadero poeta, cada momento de la vida, cada hecho, debería ser poético, ya que profundamente lo es. Que yo sepa, nadie ha alcanzado hasta hoy esa alta vigilia. Browning y Blake se acercaron más que otro alguno; Whitman se lo propuso, pero sus deliberadas enumeraciones no siempre pasan de catálogos insensibles”. Más tarde Borges escribiría un poema dedicado a la memoria de Whitman, titulado Camden, 1892 (en referencia al año y lugar de la muerte del poeta americano):
El olor del café y de los periódicos.
El domingo y su tedio. La mañana
y en la entrevista página esa vana
publicación de versos alegóricos

de un colega feliz. El hombre viejo
está postrado y blanco en su decente
habitación de pobre. Ociosamente
mira su cara en el cansado espejo.

Piensa, ya sin asombro, que esa cara
es él. La distraída mano toca
la turbia barba y la saqueada boca.

No está lejos el fin. Su voz declara:
casi no soy, pero mis versos ritman
la vida y su esplendor. Yo fui Walt Whitman.

Camden, 1892Jorge Luis Borges
Pensamientos Literarios.
  1. Sobre no claudicar en la búsqueda.
  2. Sobre algo sagrado.
  3. Sobre la contemplación y las posibilidades.

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